LIBRO II/III
LOS MARTIRIOS
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LOS MARTIRIOS
Los discursos sobre la pintura están destinados quizás a reproducir el límite que los constituye.
Los Martirios es una puerta de tiempo, ámbito narrativo, vínculo visual. Mala lección bien aprendida/ torsión uterina entre los que despiertan al día interrogados si serán pensados –pieles lisas, pero alma ¡Qué vieja estás! – cinchados nervios desde la boca al coxis, tanto esmero por no molestarnos mundo. Los Martirios quienes describen patafísicamente al universo desentendido y explica tal otra galaxia sobre la escalera. Decadentismo cuasi partero en la estructuración de las palabras, a cada bocanada de humo (a velocidad cigarrillo) sensación perra de mal morir organizando las eventualidades, sean entonces testificaciones de mi ignorancia, con ansias de construir mi isla y finalmente, tornarme un sátrapa.
M:LE permite la inmersión ora dentro de una fantasía excitante, ora de una consideración sobria- casi simultáneamente. No obstante, puede que sus contribuciones reales surjan de otro lugar donde no podrá escapar de la resolución de conflictos, en la ejecución material. Acumular materiales heteróclitos de diversa calidad.
El valor magnánimo de Los Martirios reside en la acertada operación quirúrgica a cien años exactos del "primer grito libertario de las artes modernas", exaltando aquella revolución atomizante. Enunciado el hombre cerebrado y paria en devenir.
Las fauces de la mal intitulada fiera, destrozaban a cada mascada nacarada, toda oportunidad naturalista indulgente con sus adoctrinamientos radicales abominados
El entretenimiento por hoy goza su falta de brisa a cada micra materia suya en inextinguible cavilación del vacío. Los Martirios inquieren – gracia cirugía de lo hecho y deshecho – las cuatro llaves
Y para mostrar que viene a salvar futuros pecadores de la cuadratura, Los Martirios iniciase considerando a los rechazados, por intolerancia; acepta a los mediocres, putas, drogos, maricas, perdedores, soñadores y demás desgraciados, para mirar nuestras fealdades y vicios, luego enmendarlos al bajar del monte; como numen y modo sus escondites.
Idéntica forma y manera cumple tal individuo que es leído por etapas, Impuestas post mortem ajenas a sí los redactores, los hechos sus deformaciones; anticipando al rumor ocioso, escribe sus capas para evitar mantenerse en sobreestimaciones perdidas.
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Los calzoncillos de Caravaggio
Y un destripado de Poussin
Corona y falda
– respectivamente –
de la fuente y el ahorcado.
Gozando de aquella ignominia virtuosa.
De tu nombre aincado. (*)
Poética Parcial de los Penitentes de la Macarena Dormida (PMD)
Mostrame la llaga, tu herida más profunda - donde tus penas acecinadas arden - en tal desgarradura quiero meter el dedo. Acto onanista del que muchos gozamos hasta el hedor de La Carne. El interés pasa por sed insatisfecha de rojo– en este acto de decoración luego llanto – pues es menester entender el soporte de la creación humana como inventiva absoluta consistente en su propia comprensión de la desobediencia.
La intencionalidad, viaja por este lado:
El ser que se determina por sí mismo a existir en cuanto que no puede coincidir consigo mismo. Obra determinada y no producto determinante.
Llamado para reinstalar la actividad artística subterránea al sistema de la producción económica.
Para vencer la muerte tan sólo hay que morir.
(*) A hincarse. A ser inc. A incorporarse
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