Entre estas incriminaciones o recriminaciones, entre estas formas del agravio en las que la acusación se mezcla con el duelo para gritar una herida infinita.
Como si nada pudiese pasar ni pensarse sino entre crímenes imputables, entre culpabilidades, responsabilidades, compasiones, testamentos y espectros: procesiones y procesos sin fin.
Son
Los Penitentes de la Macarena Dormida.
Los abismos infinitos de la imputabilidad dan lugar al duelo bajo todos los acontecimientos de la muerte.
Son
LOS MARTIRIOS.